En este artículo veremos algunas de las patologías que se pueden tratar con el Oxígeno Hiperbárico:
Las finalidades básicas de oxigenoterapia hiperbárica pueden resumirse en dos puntos importantes. Por un lado, garantizar la distribución de oxígeno a los tejidos sobre todo cuando la hemoglobina y glóbulos rojos no estén en condiciones de hacerlo, como puede ocurrir en situaciones de anemia, intoxicaciones por gases, etc.
Por otro lado, esta terapia favorece la entrega de oxígeno desde los capilares a las células allí donde pueda existir una perfusión sanguínea disminuida. De esta forma, la oxigenoterapia hiperbárica está indicada también en aquellas patologías donde exista hipoxia tisular.
Las investigaciones científicas avalan la influencia del oxígeno hiperbárico en los procesos de reparación de tejidos lesionados, sobre todo el tejido óseo y el cutáneo, sobre todo si hablamos de trasplantes o quemaduras. También está indicada la terapia para reactivar procesos metabólicos deficitarios y otros trastornos que van desde el autismo o la sordera súbita, hasta la insuficiencia arterial, parálisis cerebral o esclerosis múltiple.
Principales tratamientos con cámara hiperbárica
Los tratamientos en la cámara hiperbárica también han arrojado unos resultados extraordinarios para enfermedades como la fibromialgia, ya que consigue una buena cicatrización a la hora de reparar tejidos y unos buenos efectos desinflamatorios, así como un aumento del flujo sanguíneo. En otras enfermedades como la diabetes, el aumento del oxígeno en sangre aumenta la circulación periférica y también estimula las células que producen el colágeno para mejorar la cicatrización.
Por ejemplo si el paciente ha sufrido una enfermedad grave y ha tenido que someterse a sesiones de radioterapia, el oxígeno hiperbárico contribuye a aumentar la creación del tejido que se ha perdido durante el tratamiento, de esta forma, se mitigan los efectos secundarios. En el caso de los deportistas, la cámara hiperbárica es muy importante para la recuperación de cualquier lesión, sobre todo en centros de alto rendimiento. Su eficacia ha sido contrastada en la reparación de tejidos musculares, tendones y ligamentos y está indicado para favorecer la formación ósea. También es muy efectivo como antiinflamatorio y como generador de nuevos vasos sanguíneos.
En enfermedades como el parkinson, fibromalgia, parálisis cerebral, migrañas, artritis, artrosis, úlceras y un largo etcétera, el oxígeno hiperbárico es capaz de ofrecer una mejor calidad de vida a los pacientes, reduciendo los dolores y las inflamaciones y consiguiendo un mayor bienestar en todos ellos.
Cada vez son más los profesionales médicos que avalan los resultados de la terapia hiperbárica y lo recomiendan en sus tratamientos como complemento de otros o incluso como tratamiento único. Sin duda todas las estadísticas son satisfactorias y los resultados no hacen sino afianzar la idea de que estamos ante una terapia revolucionaria y que utilizan un mayor número de personas según se va conociendo.